Hoy queremos hablar de ese aparato indispensable en cualquier avión y que puede albergar información muy valiosa en su interior, ya que los datos que alberga pueden determinar los fallos en vuelo, que no tienen por qué ser fatales.
La necesidad de incorporar un aparato que registrase toda la información de lo que ocurre en el interior de las aeronaves fue idea de un científico australiano, David Warren. Por entonces se estaban sucediendo numerosos accidentes aéreos de los aviones comerciales Havilland Comet en los que no se encontraron pruebas para analizar las causas y el porqué de ello.
Por tanto, las primeras cajas negras se empezaron a incorporar a los acciones a partir de mediados del siglo XX y, aunque las primeras no tenían el mismo color que las actuales (naranjas), se ha conservado ese nombre, que no está relacionado con el color de la caja, sino por la situación en la que se examinaban las cajas; es decir, un accidente aéreo, considerado como un día negro para la aviación. En las cajas negras se pueden analizar la grabación de las voces (CVR) y los datos de vuelo (FDR)
Entonces ya ha quedado claro que el color no es lo que da el nombre a la caja, y que el naranja es el color elegido para las mismas, debido a que se necesita un color chillón para que pueda ser detectada con mayor facilidad entre el fuselaje.
En el caso de que la caja caiga al mar, gracias a la baliza de localización sub-acuática hace que se facilite su posición. El funcionamiento es sencillo: la baliza transmite un tono de frecuencia que solo es detectado por receptores especiales. Cuenta con energía para, como mínimo, un mes y su frecuencia puede ser detectable desde más de 5.000 metros.
Las cajas negras se sitúan en la parte trasera del avión, porque estadísticamente se ha comprobado que es la parte del avión que recibe menos daño en caso de colisión.
Puede que parezca una pregunta “tonta”, pero seguro que más de uno se la ha hecho en alguna ocasión. Si con el material del que están hechas, titanio, son capaces de resistir las pruebas de impacto, presión, aplastamiento, etc. por qué los aviones no pueden estar hechos de un material que cumpla los mismos requisitos… El problema es que hasta la fecha no existe ningún material que cuente con las mismas características y que a la vez sea tan ligero como los usados actualmente. Y, en caso de que existiera, los costes no podrían ser asumibles.
Por el momento se están estudiando nuevos materiales y sistemas para incorporar a la estructura, como información audiovisual de lo que ocurre en el interior de la cabina, para que gracias a la ayuda de vídeo se pueda saber con claridad lo que ha acontecido, ayudando a mejor los diseños de los aviones y poder minimizar los accidentes.
Ya te iremos avanzando en nuevas entradas más curiosidades que están al día en la aviación comercial, pero por el momento no te pierdas todas las novedades que iremos publicando para que estés informado de todo, los lugares más sorprendentes entre nuestros destinos, así como todas las ofertas y promociones que publiquemos.