Caminar por las calles de una ciudad que visitamos por primera vez no solo nos permite conocer su arquitectura y ritmo de vida, sino también sumergirnos en su historia y en la esencia de su gente. Lima, una capital llena de contrastes, cuenta con calles que hablan por sí solas, con huellas de sus tiempos coloniales, de modernidad y de arte urbano, que la convierten en un destino fascinante para cualquier viajero.
Te presentamos un recorrido por varias de las calles más emblemáticas de Lima, aquellas que, ya sea por su valor histórico, su ambiente pensado para el ocio o su riqueza cultural y artística, son paradas obligatorias para quienes desean conocer la capital peruana a fondo. Llegar a esta ciudad es más fácil que nunca: Plus Ultra Líneas Aéreas te ofrece vuelos directos desde Madrid a Lima con precios irresistibles y equipaje incluido en todas las tarifas, para que tu aventura comience sin preocupaciones.
Empezamos este listado con una de las calles donde inevitablemente transitará cualquier turista por la Ciudad de los Reyes. La palabra “jirón” en Perú sirve para designar a una vía urbana compuesta de varias calles o tramos entre esquina. El emblemático Jirón de la Unión no solo conecta las concurridas Plaza de Armas y Plaza de San Martín, sino que tiene vida propia. Sus comercios, restaurantes, cines y otros locales de ocio dotan a esta zona de un atractivo bullicio.
En esta alameda se dan cita historia, mar y arte. Considerada como la puerta de entrada a la zona patrimonial de Barranco, esta zona se caracteriza por sus hermosas casonas de inicio del siglo XX. Un lugar donde la cultura siempre ha tenido lugar, con salas de teatro, galerías de arte y centros de exposición. En la mitad de la alameda se puede contemplar la escultura y obelisco dedicados al libertador José de San Martín.
En el corazón de Barranco, la Avenida Pedro de Osma es una de las calles más encantadoras para los viajeros que buscan arte, historia y cultura. Sus casonas restauradas funcionan como galerías de arte, boutiques de diseñadores peruanos y restaurantes con gastronomía local. Aquí también se encuentra el Museo Pedro de Osma, que exhibe una impresionante colección de arte virreinal. Además, caminar por esta avenida hasta el Puente de los Suspiros permite sumergirse en el ambiente bohemio y romántico de esta zona de Lima.
Para los amantes del arte urbano, esta zona es una visita imprescindible. Ubicada en el barrio de Barranco, Bajada de Baños es uno de los rincones más fotografiados gracias a sus llamativos y coloridos murales. Un lugar donde también tiene cabida una gran oferta cultural y un vibrante ambiente nocturno.
Si lo que estás buscando es ocio nocturno, apunta el nombre de esta vía del barrio de Miraflores. Su nombre real es el Paseo San Ramón, y no hace falta mucha explicación para entender el origen de su sobrenombre. Además de contar con numerosas pizzerías, en el lateral Pasaje Figari se encuentran varios pubs y bares que la convierten en un auténtico centro de diversión por la noche.
El distrito de Chorrillos es una zona residencial que no está enfocada al turismo, pero que puede resultar interesante precisamente para quienes estén interesados en conocer zonas locales. El mayor atractivo que puede ofrecer al visitante es la calle de Huaylas, con múltiples establecimientos de gastronomía local: ceviche, chifas y comida criolla.
A media hora del centro de Lima, se encuentra el Callao Monumental, el primer puerto del Perú. Dentro de esta zona se encuentra el Jirón Constitución, famosa por sus fachadas llenas de arte urbano, sus galerías de arte, museos, cafés y tiendas de diseño local. Este barrio histórico transformado en un centro vibrante de cultura y creatividad, te permitirá sumergirte en una atmósfera única.
Para quienes buscan una caminata con vistas incomparables, en Miraflores se encuentra una de las calles más hermosas de Lima: el Malecón Cisneros. Siguiendo la costa de los acantilados, este paseo permite disfrutar de la brisa marina y vistas panorámicas del Océano Pacífico. A lo largo del camino, se encuentran parques icónicos como el Parque del Amor, así como miradores y espacios perfectos para hacer picnic o incluso lanzarse en parapente.