Con su clima cálido, sus hermosas tradiciones y su riqueza cultural, el sur de España siempre ha sido uno de los destinos más deseados para los viajeros de todo el mundo. Sin embargo, hay una joya oculta esperando ser descubierta: Jaén, en Andalucía. Situada en la parte más interior de la región, esta provincia y su capital son un paraíso para quienes buscan una experiencia más auténtica lejos de los circuitos turísticos estándar.
Fundada por los íberos hacia el siglo X a.C., en su historia Jaén ha acogido a distintos pueblos como los romanos, los cartagineses y los árabes, que han ido dejando su huella cultural en la ciudad con vestigios arquitectónicos que aún hoy podemos visitar.
Cada rincón de Jaén tiene una historia que contar: desde los impresionantes castillos y fortalezas que se asoman desde lo alto de las colinas hasta sus tranquilas calles empedradas. La Catedral de Jaén, con su imponente arquitectura renacentista, además de ser una maravilla visual de gran valor para el patrimonio alberga reliquias de valor incalculable para los fieles católicos como el Santo Rostro.
Además de la catedral, Jaén está rodeada por la fortaleza árabe más grande de Europa, el Castillo de Santa Catalina, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica impresionante de la ciudad y sus vastos olivares. Data del siglo XIII y fue declarado bien de interés cultural en 1931.
No muy lejos de aquí, encontrarás los Baños Árabes, el conjunto de baños públicos más grande (450 metros cuadrados) y mejor conservado de España, una verdadera muestra de la vida durante el período Al-Andalus hacia el siglo XI, época en que fueron construidos.
No puedes dejar de visitar el Antiguo Hospital de San Juan de Dios, una gran edificación del siglo XV que llegó a ser una de las instituciones sanitarias más longevas de la historia española. La entrada es gratuita y los visitantes pueden disfrutar del impresionante patio renacentista ajardinado, rodeado de arcos de piedra de distintos estilos.
Otras paradas imprescindibles en tu recorrido por Jaén son el Museo Íbero, que te permitirá conocer mejor esta civilización única en Europa a través de piezas arqueológicas procedentes del primer milenio a. C., el Arco de San Lorenzo, restos de una iglesia dedicada a este santo en el siglo XIII de la que se conserva aún una capilla decorada con azulejos moriscos y yeserías; o el Real Monasterio de Santa Clara, cuya arquitectura fusiona los estilos gótico-mudéjar, renacentista y barroco.
Para los amantes de la naturaleza, si sales de Jaén ciudad, la provincia ofrece acceso a algunos de los parques nacionales más impresionantes de España, como el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Aquí, puedes sumergirte en la majestuosidad de la naturaleza, explorar antiguos castillos y pueblos abandonados, o simplemente disfrutar de la tranquilidad de los paisajes montañosos.
La gastronomía de Jaén es un reflejo de su cultura y su historia, con el aceite de oliva como protagonista indiscutible. No puedes dejar de probar platos tradicionales como la Pipirrana, una ensalada fresca de tomate, pimiento y cebolla; el Ajo Blanco, una sopa fría ideal para los días calurosos de verano o el Lomo de Orza, carne de cerdo conservada con métodos tradicionales en aceite de oliva, una verdadera delicia. Además, la ciudad acoge también cuatro restaurantes distinguidos con las prestigiosas Estrellas Michelín: Baga, Dama Juana, Malak y Radis.
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