El inicio de una nueva ruta
septiembre 30, 2016
En este post queremos hablaros del bautizo de los aviones, del cual, seguramente más de uno no conozca de su existencia.
La inauguración de una nueva ruta siempre es un hecho de alegría, emoción y orgullo para cualquier compañía y sus empleados. Ese fue el caso de nuestro primer vuelo con la ruta Madrid – Lima, que tuvo lugar el 16 de junio de este mismo año.
Aunque nos gustaría que fueran más personas las que pudieran vivir este hecho, solo pueden ser unos pocos los afortunados de poder ver lo que ocurre en esos momentos en la pista de vuelo: los propios pasajeros del avión, aquellas personas que se encuentren mirando por los ventanales mientras se encuentran esperando su propio vuelo, algún empleado del aeropuerto que estuviera cerca del lugar y, por supuesto, la tripulación de vuelo.
¿Qué es lo que le hace tan especial?
No es tanto por el despliegue o glamour que pueda tener el acto en sí, pero sí una connotación emotiva y sentimental por lo que supone. Se trata de una tradición sencilla pero espectacular, ya que necesita de una organización conjunta con el aeropuerto.
Teniendo como referencia los bautizos conocidos por todos, podemos extrapolarlo a este campo, pero a grandes dimensiones: dos camiones de bomberos se sitúan uno enfrente del otro en cada extremo de la pista quedando a la espera de que el avión pase por el medio, habiendo ya aterrizado, para rociar la aeronave con un arco de agua.
Este gran espectáculo suele verse en el aeropuerto de destino y en algunas ocasiones también en el de origen, todo depende de los requerimientos de cada aeropuerto.
Aunque pueda parecer algo simple, se trata de una ocasión especial, ya que no se trata de algo que ocurra muy a menudo y solo unos pocos son los afortunados que tienen la oportunidad de vivirlo.
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